domingo, 20 de octubre de 2024

COMUNICADO OFICIAL JUNTA DE GOBIERNO MAGNA

 


El Hermano Mayor y su Junta de Gobierno de la Hermandad desea agradecer a todos los que hicieron posible que María Santísima del Silencio estuviera en las calles de su Jerez.

A las Hermandades de Padre Pío de Sevilla, Nazareno de Lora del Río y Desamparados de Cádiz. Sin vuestra ayuda y generosidad, nada de lo vivido en estos días hubiera sido posible.

Mención también al Señor Obispo, nuestros queridos Padres Mercedarios, Unión de Hermandades y al Ayuntamiento de Jerez por todas las facilidades mostradas hacia nuestra corporación.

En el apartado musical, agradecer tanto a la Banda de Música Juan Aguilar de El Bosque, quien nos acompañó en el traslado hasta la Basílica de Nuestra Patrona, como a la Sociedad Filarmónica de la Albaida, por poner sus sones tras nuestra Madre en la jornada de la Magna. También mencionar a la Banda de Cornetas y Tambores Redención de Benalmádena. Vuestro trabajo y profesionalidad hicieron que estos días fueran más especiales. Como decía San Agustín "Quién canta, reza dos veces". En este caso no era canto en sí, pero la música lleva a Dios.

A Jorge Márquez y los componentes de Quejio Andaluz y Rocieros del Pino por su magnífica plegaria a María Santísima del Silencio. Cuando las cosas se hacen con el corazón, llenan el alma.

Por supuesto al gran equipo de capataces y costaleros que pasearon a María Santísima del Silencio con un señorío y un saber hacer de sobresaliente. Un cariño hacia María, que se demostró en cada chicotá y que tuvo su punto álgido en la recogida, ya en Picadueñas.

Por último, pero no por ellos, menos importante, a todos los hermanos y devotos que habéis participado de una u otra manera para que este sueño se hiciera realidad. La Hermandad es de todos y entre todos la hacemos grande. Siempre están las puertas abiertas para estar junto al Señor de la Misión Redentora y su Santísima Madre.

Gracias a todo el pueblo de Jerez por el cariño que nos ha transmitido y que jamás olvidaremos.

Los días 18 y 19 de octubre, quedarán por siempre en los corazones de los misioneros.